martes, 10 de noviembre de 2009

Sueño de una noche de invierno



La noche era oscura y corría un viento suave, similar a la caricia que siente ella en su rostro. Y ella mira hacia atrás, pero sólo ve oscuridad, ignora que detrás de esa oscuridad unos ojos la observan. Sin embargo, se trata de la mirada que tanto ansía. El dueño de dicha mirada teme que no lo reconozca, entonces desea provocarle sentimientos a través de una simple brisa. Y le provoca el más placentero de los escalofríos, tan cálido a la vez, que es por eso que ella lo reconoce. Entonces descubre su cuello, tentando al deseado acechador. La suave brisa se enfoca solo en su cuello, y cuando ella mira la sombra en la pared, sonríe y dice -Sabía que mi deseo iba a hacérmelo presente de alguna forma una de estas madrugadas, sólo deseo que su sombra me envuelva completa y me sumerja en un ensueño-. -Se lo concederé- Ella nota que la luz es derrotada, la sombra se agranda y con gusto la absorbe en un cálido abrazo mientras la recuesta. Luego ella siente unas cosquillas en sus labios, la sensación es tal que le provoca un profundo suspiro, dice -Gracias por visitarme hoy- y sonriendo se duerme.
{Natalia Porcel de Peralta & Javier Páez Muro}

1 comentario:

» Natalia « dijo...

El dibujo... perfecto...

Y los autores unos grosos, jeje.
En serio, ese escrito nos quedó muy bello.

Me contenta que haya actualizado este sitio, sentía pena al verlo tan abandonado, y yo sé que usted es de las personas que siempre publican cosas interesantes.

Le dejo un cálido abrazo...

Natzsche